diumenge, 5 de febrer del 2012

71. EL REY DEL BARRIO

El número de danza como momento perpendicular del guión. 
Desde el cine mudo, el número de danza fue muy valorado por el público. Aunque interrumpía la acción, el baile siempre aportó espectacularidad y en algunos casos, un exotismo que anhelaban las plateas. Esa interrupción de la lógica narrativa, de la que hará norma el género musical, está también en tantos films no musicales. Abrimos pues también un capítulo a estos momentos que no responden a la lógica narrativa, que son momentos casi extradiegéticos, al gusto del público popular. Quizá un recuerdo del cine cuando este se proyectaba entre números de varietés, canciones y danzas. Empezamos con una comedia mexicana considerada entre las mejores del cine de ese país. El rey del barrio incorpora el personaje de Tin Tan, (Germán valdés) una fórmula de comediante alejado del cándido Cantinflas. En esta película de 1949, tenemos a la cotizada Tongolele, bailarina exótica, que proveniente de Washington, trinfó en las salas de fiesta del DF Mexicano. El número musical interrumpe la acción, aunque la secuencia incorpora un inserto del plano de los pequeños delincuentes arrabaleros. En el minuto 3.21 al músico del tambor se le rompe la cuerda y mirando a cámara delata la ficción. 

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